Emma

 Acabo de terminar de ver Emma, una encantadora película de época, como a mi me gustan. Como es de esperarse, tengo lágrimas en mis ojos, me imagino viviendo una vida así, sin preocupaciones.

Con suficiente dinero como para gastar mis tardes en días de campo, visitar las mansiones de mis amigos, hacer grandes banquetes y organizar bailes porque estoy aburrida. Sería un sueño.

Pero lo que mas nos conmueve de estas películas, es la existencia de un amor, un amor real.

Hace mucho tiempo me hacía la pregunta. ¿Acaso el amor real existe? Desde niña soñaba con un caballero perfecto que viniera a rescatarme. Solía subirme a cualquier terraza, árbol, o construcción elevada, allá arriba, sintiendo la brisa, cerraba los ojos y soñaba diferentes circunstancias en las que mi hombre ideal aparecería. Por supuesto , conocí muchos chicos, pero ninguno llenaba mis expectativas, tardé un poco en tener mi primer novio. Que no fue nada soñado por cierto. Ese primer beso fue horrible, era un día por la mañana, sin desayunar, el chico me beso y no olía tan bien, así que casi vomito.

Sin embargo permanecí en ese romance, terrible, dramático y controversial, hasta que me di cuenta que el tipo ya tenía pareja e hijos y que vivía juntos. 

Lloré obviamente, pero me volví a "enamorar" una y otra vez. (Unas tres veces mas, para ser exactos)

Como todas tenía el sueño de casarme y formar una familia feliz, pero a medida pasaron los años, el amor se fue transformando en algo diferente.

Ya no esperaba sentir esa pasión incontrolable, era mas como, bueno, no tengo nada que hacer, vamos a intentarlo y fui perdiendo la fe en encontrar un amor genuino, pero jamás perdí mi gusto por las citas y el espectro del romance. Disfruto las conversaciones, las salidas, los besos, pero sin expectativas, sin esperar absolutamente nada de ellos y sin que despierten esa llama dentro de mi.

Pero debo decir, que he disfrutado mi vida y aunque todavía no encuentre a mi amor soñado (Porque debemos admitir, que en el secreto lo seguimos esperando) disfrutaré cada rasgo de romance que aparezca en mi vida, porque así me apetece.